¡Hola amigos!
Hoy es un día especial para La Olla Vegetariana, porque estamos de cumpleaños: ¡no me puedo creer que ya hayamos cumplido nuestro primer añito juntos! la verdad que ha pasado rápido, ¿eh? Se me ha hecho corto, y después de este tiempo, he de deciros que tengo más ganas de seguir compartiendo con vosotros mis recetas y la forma de enfocar nuestra alimentación, e intentaré que cada día sea más sana y natural. Pero sobre todas las cosas quiero daros las gracias a todos aquellos y aquellas que seguís el blog regularmente, espero que en estos "trocitos de mí" encontréis la inspiración para cocinar y aportar a vuestras familias lo mejor de cada uno de vosotros.
Considero que cocinar para los que amamos es una forma de expresar nuestros sentimientos más íntimos y de ofrecer a los demás una parte de nosotros mismos... así que os animo a seguir cocinando y disfrutando de platos ricos y sanos. Siempre rodeados de buena compañía y con mucho amor.
Para celebrar el primer aniversario os dejo con esta receta de un sencillo bizcocho que, dentro de la repostería casera, son de los que más me gustan.
Hace mucho que compartí con vosotros un bizcocho de naranja, que también tenía las naranjas enteras, pues bien, en este caso me decidí a hacerlo de mandarina, porque tenía en casa muchas y no dábamos a basto para consumirlas todas sin que llegaran a estropearse. El resultado me gustó mucho y el glaseado le da una jugosidad a este pastelillo muy deliciosa.
Quiero apuntaros que antes de empezar a hacer el bizcocho debéis lavar muy bien, bajo el grifo, con estropajo y jabón las mandarinas, para quitarles toda impureza o tierra que puedan tener y después aclararlas y secarlas con un paño limpio antes de usarlas. Además, si queréis que el bizcocho tenga un sabor más delicado es conveniente que pelemos las mandarinas con un pelador de patatas, aprovechando estas peladuras que apenas tendrán parte blanca y le saquemos los gajos sin la parte blanca de debajo de la piel, así no nos quedará el amargor final en el paladar... pero esto es optativo, pues en realidad, al comerlo tampoco se nota tanto, pues se tapa con el glaseado.
Ingredientes:
- 150 gr de azúcar blanca.
- 150 ml de aceite de girasol.
- 200 gr de harina de espelta integral.
- 100 gr de harina de trigo blanca.
- 1 sobre de levadura en polvo.
- 2 huevos camperos.
- 2 mandarinas enteras.
Para el Glaseado
- El zumo de dos mandarinas.
- Azúcar glasé (unas 2 cucharadas soperas un poco colmadas).
Preparación:
- MEZCLAR el azúcar, los huevos, el aceite y las mandarinas con la batidora hasta obtener una crema suave.
- COLOCAR esta mezcla en un bol y agregar poco a poco las harinas mezcladas con la levadura hasta integrar todos los ingredientes.
- VERTER en un molde engrasado y enharinado la masa y llevar al horno, previamente calentado, a 180 º C durante 50 minutos. Vigilar a los 40 ó 45 minutos con un cuchillo porque dependiendo de los hornos se hará más o menos rápido. En el mío tardó unos 50 minutos justos y salió perfecto.
- REPOSAR 10 minutos fuera del horno y dentro del molde.
- DESMOLDAR con cuidado en la bandeja de presentación y echarle por encima el glaseado de mandarina, cuando aún está caliente. Este tipo de bizcochos es mejor hacerlos de un día para otro.
NOTA: Texto y fotografías de esta entrada han sido reeditadas en octubre de 2021 por la autora del blog, Pilar Cabello.
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